- ¿Quién la tiene más grande?
- ¿Perdón?
- De vosotros, que quien la tiene más grande...
Nos miramos unos a los otros.
- Se la chupo a quien la tenga más grande. Podéis venir todos, podéis mirar, podéis hacer waka waka conmigo todos.
Última noche, todos juntos en Ulaan Bator. Somos 8 o 9 Españoles en un restaurante cerca del hotel bebiendo cerveza y compartiendo recuerdos de la carrera recién terminada, una joven Mongolesa se ofrecía al grupo en un inglés bastante decente.
Inicialmente creímos que era una camarera pero en cuanto aparece la palabra “chupárnosla” el capítulo cambió...
Yo me había atascado en lo de quién la tiene más grande, como si tal requerimiento mereciera una respuesta rigurosa y certera. Buena forma de abrir una conversación con desconocidos. ¿Quién la tendría más grande?.
Todos nos imaginamos cómo sería si aceptábamos la propuesta pero ninguno se lanzó. Le vacilamos hasta que se enfadó y se buscó a otros turistas a los que robar, secuestrar o simplemente en el mejor de los casos, follar.
Las mejores historias pueden ocurrirte en la puerta de tu casa, eso es cierto, pero si te vas a un lugar tan remoto como Mongolia, la fantasía se multiplica x10.

Willy Mulonia es el creador delante de la Mongolia Bike Challenge, porque decir "detrás de" sería un tipo de reduccionismo más propio de otro tipo de carreras.
Willy está delante porque su fuerza y espíritu (inagotables) tiran de un evento imposible, que en 2019 ha cumplido 10 años.
Piensa en algo que hagas una vez al año, te suponga un esfuerzo hercúleo y la recompensa material (pasta) sea relativa tirando a poca. Ahora, imagínate haciendo eso durante 10 años en Mongolia. 99 de cada 100 intentos no te sale, y ese 1 que te sale seguro que te sale mal. Pues a Willy le sale bien.
Pero es que Willy cruzó en bicicleta él solo todo el continente americano de sur a norte. Desde tierra de fuego hasta Alaska.
Determinación Obsesiva
Que la Mongolia Bike Challenge sobreviva año tras año es un ejemplo de determinación obsesiva en la mejor de las formas, de las que te cambian para siempre. Una determinación que mueve cada año un máximo de 108 corredores hasta una localización única con un reto extraordinario, que según mi opinión, deja la bicicleta en un segundo plano.
Son 7 etapas en el país con menos población de la tierra por metro cuadrado, donde hay más caballos que personas y donde encontrarse solo, en la nada, adquiere un nuevo significado.
En la Mongolia Bike Challenge lloré encima de la bicicleta sin mas, sin motivo, sin dolor, sin pena… simplemente lloré encima de la bicicleta tras subir una colina y ver la inmensidad de la estepa delante de mí.
Sólo, sin ningún corredor a la vista delante o detrás, la irrelevancia del esfuerzo, de los kilómetros que quedaban o de los que llevaba andados. La conexión más fuerte y profunda que he sentido con el momento. Me dominó por completo.
¿Por qué 108 corredores?
Solo 108 corredores porque para Willy todo importa, los detalles son importantes, pero los que importan, no si tienes wifi o no en una etapa, o si hay el tipo de comida que te gustaría al terminar cada día o si la temperatura es de tu agrado. Solo importa lo relevante.
108 es un número sagrado en muchas culturas:
1 = Something
0= Nothing
8= Everything
Yo tuve la suerte de llevar el dorsal 108 en la edición que participé gracias a mi relación con Willy y acabé tatuándomelo años más tarde en otro viaje en bici en Chipre… pero eso es otra historia.
Hay infinidad de referencias al número 108, aquí mis favoritas:
- La distancia de la tierra al sol es 108 veces el diámetro del sol.
- A partir de 108 grados fahrenheit es cuando el cuerpo humano empieza a petar.
- Representa el número de tentaciones a las que se enfrenta el hombre durante su viaje en la rueda del samsara (el ciclo de muerte y resurrección) y que debe superar para alcanzar el nirvana.

Una tarde, en medio del campamento, un corredor de unos 50’s no recuerdo su nacionalidad, se acercó a Willy bastante enfadado:
- Esto es ridículo.
- El qué
- Estoy perdiendo dinero
- ¿Cómo?
- Aquí, sin internet, yo tengo negocios. Estoy perdiendo dinero por no estar conectado. Toda la tarde en este campamento sin poder atender mis negocios.
- Estás perdiendo algo más que dinero.
Se fué por donde vino y los que estábamos cerca y habíamos presenciado la escena comentamos.
- Es que tienes que saber a lo que vienes - Dijo un corredor español
- ¿Ese crees que es el problema? - Contesté.
- Claro, la gente se apunta a estas cosas sin saber a lo que viene y hay que prepararse. Hay que decirles a todos que no tendrán internet.
- No puedes enumerar todas las comodidades que tienes en tu casa y que aquí no vas a tener
- Pero la gente da por sentado que tendrá internet siempre
- En toda su vida
- claro
- para siempre
- sí.
- La gente da por sentadas demasiadas cosas
- sobre todo cuando se han gastado una pasta...
- el dinero es irrelevante, si reduces estas experiencias a lo que te cuestan mejor no vengas.
- eso dices tú que puedes pagarlo - me contestó
- eso digo yo que quiero vivirlo.
El resto de españoles no quiso entrar en nuestra conversación y ahí terminó.
No sé si el corredor que se quejaba por no tener internet entendió el mensaje de Willy, pero años más tarde me lo encontré en otra carrera, en otro país, y parecía igual de cretino que años atrás en Mongolia.
¿Saber a lo que vas o dejarse llevar?
Para mí es la diferencia entre planificar o fluir.:
- Planifica y serás un seguidor.
- Fluye y disfrutando del camino crecerás.
Te pierdes mucho cuándo quieres conocer y anticipar todas las posibilidades en vez de vivir y dejarte llevar entendiendo y adaptándote a cada circunstancia real y no a previsiones imaginadas.
"Te agarro el corazón el primer día, me lo llevo y te lo devuelvo el último día completamente renovado"
Cuando te dicen esto el primer día, recién aterrizado a 8.000 km de casa, puede parecerte un discurso enlatado para asustarte con lo que tienes por delante, pero en realidad, sólo necesitas unos días para desprenderte temporalmente de los convencionalismos, creencias cotidianas y encontrarte listo para entender el mensaje.
Por muy lejos que te marches tu "yo" será el mismo hasta que fluyas con las cosas que comienzan a suceder delante de tí y empieces a formar parte del momento de verdad.
Ésta es la verdadera razón por la cual viajar a lugares remotos con tu bicicleta. El proyecto es un trayecto con logros que superar en el camino pero su sentido real reside en conseguir moverte en la casilla del tiempo y entender el verdadero significado de vivir el momento.
¿Cuánto tiempo pasas cada día en la casilla del pasado o la del futuro? mucho más del que debes.
La etapa más dura no sería sobre la bicicleta.
¿Sirven para algo los tapones para los oídos? Ahora puedo decir que sí porque con los años he desarrollado una técnica de “empotramiento” hasta casi el tímpano, que usando el modelo adecuado (Los 3M 36db) no me entero ni aunque un rebaño de ñus esté arrastrando mi tienda de campaña por la savana. Pero la primera noche en el campamento en Mongolia, compartiendo Ger con otra pareja, no sabía dónde meterme...
Empecemos por el principio. La noche tras la primera etapa, compartíamos Ger mi chica y yo con un matrimonio italiano mayor que nosotros, al menos 10 o 15 años. Los chicos participábamos en la carrera y las chicas eran acompañantes. Los acompañantes viajaban siguiendo la etapa en pequeñas y antiguas furgonetas rusas y siempre llegaban antes al campamento. Lo suficiente para coger las mochilas y llevarlas al ger que nos hubieran asignado.
Esa primera tarde, como yo llegaba a meta antes que el compañero Italiano, me había dado tiempo a ducharme, comer, y nos habíamos instalado en el Ger cómodamente. Al otro lado, las 2 camas de nuestros compañeros aún sin instalar, solo con las mochilas puestas encima de la cama esperaban a nuestros compañeros de noche. Ordenamos nuestras cosas (poner a cargar el garmin, preparar la ropa para el día siguiente, las cremas, las barritas y geles… etc) y lo dejamos todo listo. Salimos a dar una vuelta al campamento y a darme el masaje post-etapa.
Pasaron unas 2 o 3 horas y volvimos a nuestro Ger para coger algo de abrigo antes de ir a la cena. El italiano había llegado hacía una hora más o menos y los dos se habían hecho con el Ger...
Ahí estábamos mi chica y yo de pié en la puerta del Ger, mirando al interior, descifrando escena del crimen:
- Es como si...
- No te preocupes lo resolvemos - dijo mi chica.
- Es como si… hubieran saltado las tapas del alcantarillado y hubiera salido toda la mierda a la superficie...
- Voy a buscarles y les digo algo
- Nos ha puesto su ropa mojada, sucia. ¡Mira!, esto es con lo que acaba de correr la etapa… encima de mi cama...
- ¿Eso... es mi almohada?
- Ha puesto sus calcetines en tu almohada… ¡pero como se puede ser tan...!
- ¿Qué es esto…?
- Es como una venda…
- Está mojado, y huele fatal
- ¡No lo toques!
- ¡Pero que asco!
- ¿Y por qué está aquí encima… de mi ropa?
- ¡Pero esta gente de dónde ha salido!
Quitamos a patadas la ropa sucia que nos había puesto encima de nuestras cosas, cerramos la puerta y nos fuimos en búsqueda de justicia.
- Tranquilo, seamos majos, ¿vale?
- Tú sabes quién es ella no? Yo solo he visto al tío en la salida de la etapa de hoy, creo que sé quién es él.
- Sí, ella no va en mi furgo pero se quién es. Creo que no hablan nada de inglés.
- Pues les chapurreamos en Español. Pero lo van a entender, ya verás...
Dimos varias vueltas al campamento, subimos al restaurante, los baños, la meta… no se les veía por ningún lado y ya se había hecho de noche.
- Mira
- ¿Qué?
- Hay luz en nuestro Ger
- Vamos. Se van a cagar...
Abrí la puerta sin llamar, después de todo, si tienes los huevos de poner toda tu mierda encima de mis cosas no te importará que entre en “nuestra” habitación compartida sin llamar. Se iba a enterar este guarreras...
- ¡Cierra, cierra!
- Mierda
- que están haciendo
- ¿Están desnudos?
- ¡Están desnudos!
- Están… follando?
- ¡No!… Sí?
- No jodas… ¿Nos han visto?
- Yo creo que no ha dado tiempo
- Ella se ha vuelto
- El estaba totalmente desnudo
- ¿Y ella?
- ¡No lo sé! he cerrado la puerta no quería verlo.
- Creo que le he visto el tema
- ¿a él?
- creo que sí
- ¿qué hacemos?
- vámonos a cenar…
- sí, vámonos a cenar.
Cenamos con el resto de españoles sin comentar nada sobre el incidente con nuestros compañeros de Ger. Pasamos la cena comiendo todo lo que nos entraba, comentando cómo había ido la primera etapa y lo que nos esperaba en la segunda, pero en el fondo, mi chica y yo no podíamos dejar de pensar en lo que nos esperaba en el Ger. En nuestra guerra real.
Al volver al Ger nos encontramos con la pareja (ya vestida) comiendo en sus camas con platos que en algún momento se habían traído desde el restaurante. Ahora el olor del Ger era una mezcla de sudor, con ropa mojada, sopa de pollo, arroz frito… y comenzaba a llover.
Les saludamos, nos respondieron con un gesto y una sonrisa y nos preparamos para dormir. La noche nos iba a traer buenos chistes…
Esa noche aprendí que en carreras por etapas la distancia, el desnivel, la intensidad, es solo una pequeña parte del reto.
La gestión del post-etapa es clave para tus objetivos, dónde duermes, dónde cagas, cómo comes, con quién te juntas… todo cuenta.
La venganza
Como no podía ser de otro modo, esa noche, la mujer del vecino no podía dormir y le pareció buena idea jugar a un juego en su teléfono, sin auriculares por supuesto, porque si se los hubiera puesto no hubiera molestado lo suficiente.
Le pedí que bajara el volumen y su pareja, aun sin entenderme ni en mal Español o peor Inglés con el que intentaba comunicarme con ellos, parece que se dió por aludido y apagó la luz de su lado. Bien… al fin y al cabo parece que entenderían que descansar es importante…
Nuestra pequeña victoria no duraría ni 3 horas.
A las 2 de la mañana, la mujer no tenía otra cosa mejor que hacer que llamar a su familia en Italia, para darles el reporte del día y contarles a sus hijos que su padre estaba bien y había terminado el primer día. - Lo de que él estaba bien era un ejercicio de optimismo muy generoso, porque si le hubiera visto pedalear durante la etapa un biomecánico se encontraría tan confundido como un alien intentando entender el teléfono langosta de Salvador Dalí…
¿Cómo le dices a alguien tan desconsiderado que no es momento para hacer esa llamada? no lo haces.
Me eché a al otro lado de la cama y esperé que terminase la llamada. La tormenta fuera se hacía más fuerte y ni siquiera pensaba en si mañana nos llovería o no… me daba igual, solo quería descansar.
Una hora más tarde desperté en medio de la noche como si me estuvieran meando en la boca. No, no era el italiano que se hubiera levantado sonámbulo a mear y hubiera elegido mi cabecero como orinal… Tenía 2 goteras justo encima de mi cama, una caía directa a mi boca y la otra en una pierna.
Me giré para ver si alguien más estaba despierto (realmente miré a mi chica, los demás me la sudaban) y al verla dormida profundamente y seca no le dí más importancia. Me moví buscando un lado donde no me cayera el agua pero esa misión era imposible, así que me tiré al suelo con el saco, me escurrí como una lagartija pero la única zona seca del suelo del ger tenía las zapatillas olorosas del italiano dominando el espacio.
De costado en el suelo, golpeé sutilmente sus zapatillas, apartándolas hasta que quedaron "fortuítamente" debajo de una de las goteras... que lástima, con lo mal que sienta comenzar una etapa con las zapatillas mojadas.
Conseguí encajarme en un espacio seco en el suelo y ahí dormí 2 horas hasta que se hizo de día.
Ahora sí que comenzaba la Mongolia Bike Challenge.
Verde
Rojo, rojo rubí, rojo carmín, rojo magenta, rojo ocre, rojo amapola, rojo cereza, rojo coral, rojo neón, rojo persa, rojo sangre… ¿Así verá Mongolia un daltónico? supongo que no… no lo sé...
En eso estoy pensando mientras comienzan a pasar en el gps los primeros kilómetros de la quinta etapa. Seguramente mi involuntaria percepción de la realidad me quiere distraer para no caer en cuenta que voy con el grupo de los “pro” y no debería estar ahí. Y ahora me pongo primero, tirando del grupo…
No voy a durar mucho ahí, sobre todo cuando miro atrás y veo a los pro hablando relajadamente mientras yo estoy rozando mi umbral muerte-aeróbico.
Ya han pasado 50km y quedan otros 35, sigo delante pero soy consciente de que en cuanto se mueva el árbol seré una de las primeras manzanas en caer.
Y el árbol se mueve.
Llegamos al segundo avituallamiento y empiezan a moverse los pro como si fueran cazas en top-gun, se cruzan, beben, comen, y todo sin poner un pié en el suelo.
Comienza la marcha.
Me imagino un pueblo en fiestas cuando arrancan la música en la feria y los jubilados viudos salen los primeros a la pista a bailar a ver si pillan cacho.
Uno de los pro no solo no se para en el avituallamiento si no que ataca cuando sus rivales están recargando… se va a liar parda… vaya cuchillada chunga acaba de meter el japonés pienso.
Y a la vez no puedo dejar de sonreir, que tío más valiente, más cosas así deberían pasar en las carreras,
a tomar por culo las normas y lo políticamente correcto.
El ser humano es el único animal que pone normas hasta en las peleas o las guerras, y eso hace que las historias sean aburridas. ¿Te imaginas que te vas a pelear con un tipo y mientras tu estás preparando tu perfecto croché de derechas, el tipo se lanza al suelo y
te muerde las pelotas desde abajo?
No sé quien ganaría la pelea pero deberías estar agradecido a ese tipo porque acaba de mejorar la historia que contarás una y otra vez a hijos y nietos hasta que palmes.
Efectivamente, los pro abren gas y nos descolgamos los amateur borrachos de la gloria que nos habíamos “pimplado” los primeros 50k pedaleando con los top de la carrera. Un respiro, ahora ya puedes ir a tu ritmo y disfrutar de los mil verdes que no verás en otro lugar de la tierra, o rojos, que más da...
Acabé conectando con un grupo donde estaba uno de los amigos que conocí en ese viaje y me he llevado para toda la vida.
- Vaya comienzo de carrera, te he visto con los pro! .- Me dijo.
- Sí, me sentía de puta madre.
- ¿Les has dejado irse no? que se lleven ellos el reconocimiento...
- Para ellos la gloria y las prisas. Para nosotros los chistes y los recuerdos
- ¿Cómo te llamas niña? -Jara- Que nombre tan bonito! - A que jí!.
- Es el peor que has contado en el viaje...
- Es buenísimo
- Es malísimo
Se acercó otro corredor Español.
- Esto se acaba chavales, ya solo queda una etapa! - Nos dijo
- Acércate anda que Mambrú ya está contando chistes malos. - le dije
- ¿Te he contado del de Jara?...
Y así terminamos la 5º etapa, escuchando chistes malos de Mambrú, recorriendo la estepa bajo finas cortinas de lluvia.
La penúltima noche.
Esa noche era la víspera de la última etapa -una contrareloj de 24km- y todos los corredores y acompañantes ya habíamos iniciado la celebración. Muy mal tenía que irte para que no completaras esa última etapa.
Por la tarde, un pequeño grupo habíamos conseguido sobornar a un Mongol para que nos llevara a un pueblo cercano a 1h en furgoneta para comprar bebida y tener suficiente material para disfrutar las 2 últimas noches en el campamento. Habíamos hecho fuego en el Ger y compartíamos vino con un par de corredores Australianos e ingleses y parte de el equipo de la organización.
Le agradecí a uno de ellos la energía que habían creado al rededor del evento durante toda la semana. Se quitó importancia y me dijo que a Mongolia no puedes ir solo una vez, que si vas, volverás.
No sé si será verdad, pero de esto hace ya algunos años y siento casi con total seguridad que volveré a Mongolia. No sé si a correr de nuevo la MBC o a qué… pero creo que la vuelta en algún momento será inevitable.
La última etapa fue muy bien y tras finalizar la carrera mi chica y yo nos fuimos a cruzar el desierto del Gobi unos días. Habíamos oído hablar de los cánticos de sirenas en las dunas del gobi que a Marco Polo le habían vuelto loco, creyendo que eran procedentes de espíritus malvados, y nos pareció un buen plan. Aprovechamos para conocer también los flaming cliffs donde se encontraron por primera vez, en los 20`s, huevos de dinosaurio.
Willy: "Que en Mongolia sólo queden las huellas de nuestras ruedas”.
Pero en realidad en Mongolia dejarás muchas otras cosas, y te llevarás nuevas para siempre.
Hola, que vale el billete de avion para ir a la mongolia bike
Gracias!!
Hola Luis,
Gracias por tu comentario, muy interesante. Seguro que con esa experiencia de las ultratrails conectaste con la isla de manera similar a cómo conecté yo en las estepas. Es una de esas sensaciones que persigo en la vida. No la puedes provocar pero si te arriesgas, sales y te aventuras… aparece. Aunque para que aparezca antes tienes que liberar tu cabeza de ideas preconcebidas y fluir, de verdad.
Los Italianos conseguimos que se les asignaran otros compañeros para el resto de días y ya no volvimos a compartir Ger con ellos. Como es una carrera itinerante (nómada) fué más fácil. Nos comentaron sus nuevos compañeros que efectivamente por las noches tenían que lidiar con diferentes desafortunadas situaciones.
No sabía lo de la órbita de Yuri… muchas gracias.
Yo tengo el 108 tatuado desde entonces.
Un abrazo!
Te espero en ULAAN BAATAR el día: 13 de agosto 2021.
Desde el 15 al 20 te llamo cruzando el Océano Verde.
Seguro que te va a gustar.
Prometido.
Willy Mulonia.
wow me encanto leer este post y me anima mucho ir a la MBC, quizás el próximo año este año ya me fije como objetivo grande la titan desert series mexico tengo apenas 6 meses en el ciclismo anteriormente practique el futbol soccer pero la bici es otra cosa totalmente me tiene atrapado obsesionado y muy entusiasmado salgo casi todos los días en mi bici de carretera o la de montaña me gusta mas el XCM en lo personal, llegue aquí por un podcast que escuche hoy hablando de cape epic, bicis y el ayuno intermitente y me eh puesto a leer y a investigar mas y heme aquí en tu pagino tio jajajajaaja.
te mando un saludo desde Hermosillo, sonora, mexico.
gracias por compartir cosas tan chulas y guapas de ciclismo tio.
estoy flipando…
Un abrazo y seguro que esa MBC se hará realidad más pronto que tarde :)
Dejar un comentario