Disfrutar equivocándote

Colgado de un árbol, literalmente, con las puntas de los dedos acariciando los puños del manillar y la rueda trasera levantada del suelo sostenida por mis zapatillas ancladas en los pedales.
En Tanzania todo quiere matarte. No hay planta que no tenga pinchos, de todas formas, tamaños y colores. Y son, muy, muy resistentes. Tanto como para engancharte en pleno descenso por un sendero y pararte por completo, en medio de la nada, y quedarte colgado.
- Mañana vais a sangrar
Dijo Brett (Director de carrera) en el briefing después de la cena de la tercera etapa.
La cuarta y última etapa es la más técnica. Y cuando una etapa en un país remoto y sin cultura ciclista es "técnica" es porque se atraviesan parajes absolutamente salvajes.
Es ese tipo de "técnica": ríos de rocas tan grandes como coches pequeños y campo a través del Miombo: El bosque seco más grande del mundo compuesto por pasto, arbusto y árboles que cruza Zimbaue, Zambia, Mozambique, Angola y por su puesto Tanzania.
Y todas esas plantas por las que hay que rodar, tienen sus pinchitos de una forma u otra, algunas de ellas de más de 10 centímetros de longitud... una locura.
Brett nos contó en el mismo briefing cómo en una bajada se había quedado colgado literalmente de una rama de un árbol que le había enganchado con sus pinchos, y que no tendríamos escapatoria, si no habíamos sangrado aún durante la carrera, la 4º etapa iba a ser una fiesta de arañazos, cortes y sobre todo, pinchazos.
La sangre corre por mis nudillos, sigo colgado en el árbol, recordando las palabras de Brett y mi pensamiento en aquel momento (ya será menos...). No exageraba, aún hoy 3 semanas después del evento sigo teniendo alguna costra y muchas marcas de guerra. Tatuajes Tanzanos decían los Masai entre risas en el campamento.
Yo monto sin guantes, como dice Pam, soy un poco cavernícola y mis manos aguantan los golpes y los cortes bastante bien, pero no son inmunes a los pinchos y me toca parar a cada rato para sacarme espinas de entre los nudillos de todo tipo. No es problema, estoy acostumbrado, pero no estoy acostumbrado a que los árboles puedan pararte en medio del camino de ésta manera.
Estaba bajando rápido, ágil, disfrutando de los descensos más técnicos de la etapa, eligiendo mi línea, yendo fino para no castigar mucho la mecánica pero confiado. Porque Pam y yo vinimos a esta carrera preparados, con nuestro plan anti-pinchazos a prueba de bombas. No podía fallar, nuestras ruedas eran indestructibles.
Semanas antes de comenzar la K2Nstage en una de las comunicaciones habituales de dirección de carrera nos informaron sobre la importancia de cargar más sellante del habitual en las ruedas para reducir dentro de lo posible la cantidad de pinchazos que tendríamos todos los corredores.
Investigué un poco sobre el tipo de terreno y aluciné... ¿Pinchazos? ¡pero si todo Tanzania es un pincho!
Cómo me gustan estas oportunidades en las que diseñar un plan que pueda con todo... y me sienta más listo que los demás... ¡prepárate Tanzania!
Misión: convertir nuestras ruedas en impinchables
La fórmula secreta: Tannus Armour + Cámara con líquido sellante Slime
En total, algo más de 500gr de peso extra a cada rueda... ahí es nada. Pero si conseguimos completar la carrera sin un solo pinchazo seremos super-héroes.
La instalación es sencilla. Instalar un Tannus Armour no tiene nada que ver con instalar el típico inserto/mouse que suele ser un infierno. El Armour de Tannus se instala super fácil y en su interior metes la cámara que quieras. En éste caso, por fortalecer aún más el invento utilizamos las cámaras de Slime que vienen con líquido sellante en su interior.
El comportamiento
La bici cambia mucho cuando pones o quitas peso a las ruedas.
Es una de las máximas del ciclismo, si tienes oportunidad de mejorar tu bici y quitarle peso a cambio de Euros... mira a las ruedas. Es donde más se nota el peso.
En nuestro caso, más de medio kilo adicional a cada rueda se hizo muy pesado. No solo en el peso absoluto si no en el comportamiento de la bici. Hubo momentos que la bici no andaba, se clavaba en la arena y era una absurda penitencia conseguir darle ritmo a la bici.
Demasiado lastre y demasiada resistencia. Estoy seguro que si no hubiéramos elegido esas cámaras y en su lugar hubiéramos utilizado por ejemplo las Tubolito MTB normales (no las ultraligeras) que son de las cámaras más resistentes del mercado, hubiéramos tenido el mismo resultado y 300gr menos de peso que habrían cambiado absolutamente el comportamiento de las bicis.
El resultado
Cada etapa, siempre que adelantábamos a alguien con algún problema mecánico algo dentro de mí esperaba con ilusión que fuera un pinchazo.
- Flat Tyre?
Preguntaba yo.
- No, no.
Respondían acompañado del problema que les hubiera hecho parar. Cosas pequeñas, nada importante.
- ¿Pero qué me dices, de verdad la gente no está pinchando?
Le preguntaba a Pam a cada rato.
- Pues eso parece...
Al llegar al campamento seguíamos haciendo investigación... Pero la gente contestaba que no, que no habían pinchado.
- No puede ser - le dije a Pam en la tienda.- La peña no se entera, no puede ser, que con lo que estamos atravesando ahí fuera, que nadie esté pinchando. Lo que pasa es que no se enteran y lo está sellando el sellante, pero se les acabará, se secará y empezarán a pinchar ya verás...
Pam me miraba con esa mirada de, "me estás asustando... que importará si pinchan o no, lo importante es que no pinchemos nosotros"
Pero yo quería justicia... no habíamos arrastrado 1 kilo extra cada uno en las ruedas sobre la arena de Tanzania para nada. El villano que comparte alojamiento en mi cabeza con mi resto de yo´s quería justicia, quería adelantarles a todos por no haber sido suficientemente previsores... quería ganar, quería tener razón.
- ¿Dónde vas?
- A mirar una cosa
Pam se lo imaginaba... soy capaz de hacer estas cosas... pero no le dije que iba a hacer. Salí de la tienda y fuí a donde dormían las bicis a revisar las ruedas de los demás.... era el segundo día, si mi teoría era cierta varias bicis tendrían alguna rueda sin aire.
Atravesé el campamento con el frontal apuntando al suelo, la gente ya había hecho sus cosas después de cenar y estaban recogiéndose en sus tiendas. Me sentía como un malhechor nocturno... pero solo iba a mirar, nada malo hay en mirar no? bueno, y tocar un poco...
Me acerqué y empecé a revisar por encima... ahí estaba, primeras víctimas, manchas de sellante se acumulaban a uno y otro lado... eso estaba bien pensé... bueno bien, era lo normal, no quiero decir que esté bien que los demás pinchen pero era lo normal.
Seguí mirando, pasé a la siguiente línea, toqué aquí y allá y efectivamente, varias ruedas estaban completamente desinfladas.
Vale... ahora tengo otro problema. Está verificado, la gente está pinchando, pero tengo que avisarles, porque si no mañana va a ser un drama arreglar los pinchazos antes de salir a las 7am y me voy a sentir fatal sabiéndolo y no haber hecho nada al respecto. Ok, apunto los dorsales y mañana en el desayuno les busco.
El pinchazo
Sigo colgado analizando mis opciones. No quiero romper la camisa, me gusta la camisa que llevo y me gusta aún más que llevo ya con ella 3 años y está perfecta. No quiero romperla, quiero seguir usándola.
Suelto las calas y con los muslos consigo dejar la bici apoyada en un lateral. Alcanzo un saliente con la zapatilla izquierda y me apoyo lo suficiente como para levantarme unos centímetros y quitarle tensión a la rama que me retiene en mi avance.
Ahora tengo que soltar los "ganchos" que me tienen sujeto, empiezo por los del casco, luego los del hombro, la espalda y ya está... liberado.
Cojo la bici, me subo en ella, voy a continuar con mi bajada disfrutando de uno de los descensos naturales más técnicos y divertidos de Tanzania, pero... la rueda trasera está pinchada. No puede ser, no me lo creo.
A mi no... a nosotros no... ¡¡nuestras ruedas son impinchables!!
Pam llega a mi posición. Había (muy inteligentemente) bajado toda esta sección caminando y así asegurar el final de fiesta sin golpes ni averías adicionales.
Era una sección muy técnica.
- ¿Qué ha pasado, estás bien?
- He pinchado!!!
- No!!
- Sí!! no puede ser!!
- No me lo creo...
- Estoy flipando, no puede ser... déjame ver. ¡Nuestras ruedas son inmortales!
Y efectivamente, las ruedas estaban bien, había roto la válvula. En alguno de los saltos de un escalón a otro, una roca debió golpear la válvula y la dobló por completo.
Respiré tranquilo. Eso no cuenta como pinchazo, cuenta como negligencia técnica. Hay que cuidar mejor la mecánica. No se puede bajar tan rápido por zonas así, en lugares remotos.
- Nada, esto lo arreglo en un plis.
Pam no paraba de reirse... y aunque yo le decía que eso no se consideraba pinchazo, mis argumentos no parecían convencerla.
Pero tú y yo lo sabemos. ¿Eso no se considera pinchazo verdad?
Durante todo el evento disfruté mucho de mi absurda misión de encontrar y resolver el misterio de los pinchazos. Desde luego que nos equivocamos en el set-up, como en tantas cosas en la vida. Pero no importa, porque equivocarse es bien, pero disfrutar la equivocación es mejor.
Salvador, desde que los empecé a usar no he pinchado nunca. También protegen los laterales del neumático de llantazos y pellizcos. Como se ha dicho, el único inconveniente que tiene, es el incremento de peso. Pero si tubelizas tus ruedas, también incrementan ese peso. Con la salvedad de que cada cierto tiempo tienes que poner líquido nuevo. Y si haces cicloturismo, es un verdadero engorro arreglar un pinchazo con la carga que llevas.
Hola Salvador! gracias. Lo aconsejo completamente. Ya verás en los vídeos de Tanzania que al principio no estoy muy seguro si compensa o no por el comportamiento de las ruedas y el peso. Pero hay que ser justos y darle también responsabilidad de esto a las cámaras SLIME que son una salvajada de peso para unas cámaras. Yo insalaré los armour con una cámara interna Tubolito para las Gravel con las que viajaremos en los próximos viajes.
Thoeni, totalmente de acuerdo. Esa era la idea, no importa sacrificar un poco en peso si después no tienes que parar ni una sola vez en una aventura así a desmontar ruedas, mancharte y ponerte a cambiar una cámara…
Mis salidas en bici son muy light, para otras cosas estáis vosotros, y por eso os sigo desde hace tiempo. Cuando descubrí los Tannus Armour, los puse en mis bicis y triciclo reclinado. No así en la Brompton, pues no tienen para ruedas de 16". No he pinchado nunca. Entiendo el sobrepeso que supone poner esos Tannus, pero el evitar pinchar no tiene precio. Seguid con vuestras aventuras, las difruto un montón. Un abrazo.
Que gustazo leerlos. Yo estoy planeando usar el tanus armour para cicloturismo. Lo aconsejáis?
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