El precio es el argumento cuando no hay argumento

12 comentarios
El precio es el argumento cuando no hay argumento

Amazon logró no pagar impuestos en Europa durante 2021 A pesar de obtener un récord de ventas con más de 55.000 millones de dólares, un 17% más que en 2020, la compañía de Jeff Bezos evitó el pago de tributos en el continente gracias a maniobras de ingeniería fiscal.

¿Cómo puede ser esto posible? ¿cómo puede ser que la compañía que está destruyendo el libre mercado consiga no pagar impuestos y sin embargo, se convierta en la opción número uno para la mayoría de usuarios cuando necesita comprar… “cualquier cosa”?

Antes de analizar cómo están las cosas y hacia donde vamos, es útil recordar como comprábamos antes. Las nuevas generaciones solo conocen las nuevas reglas comerciales que imponen las grandes corporaciones, pero los que pertenecemos a generaciones anteriores no necesitamos hacer un ejercicio muy intenso en la memoria para ubicarnos en lo que eran habituales rutinas comerciales, que eran mucho más que simplemente comprar, y en las que primaba algo por encima de todo: el desplazamiento.

Descubrir nuevas opciones más allá de los algoritmos

Para comprar algo teníamos que ir a un lugar en transporte público o con nuestro vehículo.

Aparcaba, paseaba, me dejaba llevar, dejaba un mensaje a un par de amig@s que iba a estar por la zona de compras y seguía mi rollo, caminaba, entraba en una de mis tiendas favoritas a echar un ojo, salía quizá sin nada, miraba si mis amig@s habían respondido al sms y continuaba la tarde. Me topaba con una nueva tienda, que curiosidad, ¿qué tiene esta gente?, echaba un vistazo y algo me llevaba. Cruzaba un par de calles para entrar en la librería de toda la vida, la que llevaba visitando desde los 80 para ver si había algún libro de Bukowski que aún no hubiera leído y sí, aún quedaba alguno... me lo llevo.

Al salir, un amigo ya había contestado y me encontraba con él, lo primero una caña y ponernos al día, después, juntos, nos acercábamos a otro lugar donde tu colega quería mirar algo y tu aprovechabas para a ver si ya estaba el último disco de Nirvana o encontrabas unas zapatillas en la tienda de al lado para jubilar las que te habían regalado las navidades pasadas. Aún están bien las que llevas, se le pueden sacar unos cuantos meses más… pero si encuentro unas converse chulas… me las llevo.

Algunos días caía un cine, o película nueva o un clásico en la filmoteca. Si la tarde estaba agarrando ritmo igual incluso cena, copa y a ver hasta donde nos lleva Madrid.

Y así corría un Martes cualquiera.

Caminar, mirar, encontrarse, fluir, conectar con el barrio…

  • ¡que pérdida de tiempo!, pensamos hoy cuando NECESITAMOS ALGO, AHORA Y YA.

El precio por encima de todo.

No era importante encontrar lo más barato posible, era importante encontrar algo que quisieras tener, que necesitaras o te hiciera ilusión. Pero sobre todo era importante la experiencia completa. Y no teníamos mayor poder adquisitivo que ahora.

Hoy, en un sistema perfectamente diseñado para que veamos en un instante una comparativa de precios de cualquier producto desde nuestro teléfono. La experiencia se ha ido al carajo. Ya no importa nada más que el precio. Quien diga lo contrario miente. Si quieres comprarte unos guantes y en tu tienda favorita valen 35€ y en Amazon 29€… te los comprarás en Amazon. Porque no te importa la carga de tu decisión. Te importa tu bolsillo, porque te lo están despellejando por todas partes.

Barato a cualquier precio

Amazon pone las reglas del nuevo comercio. Y todas las grandes aceptan y salen a competir con esas reglas: Explotación de trabajadores y proveedores, ingeniería financiera para evadir impuestos, acuerdos gubernamentales para levantar grandes almacenes sin pagar por los terrenos y por supuesto sin pagar impuestos por la construcción de los mismos, con la única condición de aportar trabajo en la región… es una lista interminable que hace cada vez más rentable a la gran corporación.

Cuanto más crecen, más fácil lo tienen todo. Imagina que tu negocio el día de mañana tiene capacidad de levantar un almacén de 2000 metros cuadrados… ves a buscar la mitad de condiciones que tiene Amazon a ver si alguien te recibe.

Recientemente van saliendo documentales y testimonios de cómo es trabajar en Amazon, (y por supuesto en las grandes corporaciones que intentan competir con Amazon), pero ¿sirve de algo toda ésta información?¿le hace pensar al consumidor?¿se puede competir contra la conveniencia al máximo nivel?

Lo conveniente siempre gana

Estos servicios que ofrecen las grandes corporaciones en comercio online tienen un valor por encima de todo: Es conveniente. Y es conveniente porque siempre es mejor pagar menos, y es mejor no tener que moverte de casa cuando necesitas un domingo por la mañana que te traigan ese mismo día antes de las 23:00 un set de 12 perchas de plástico. Vital, por su puesto.

Pero la conveniencia debería ser algo construido desde nuestros principios. Tú deberías elegir lo que para ti es conveniente. ¿Pero lo sabemos?

¿Y los principios?

Convenientes deberían ser nuestros principios. Porque cuando te los saltas, después de ellos no hay nada. Está el vacío y la manipulación.

Pero tú quieres que en tu comunidad las cosas vayan bien, porque te afecta, porque quieres vivir en un lugar donde la gente puede prosperar, puede trabajar, hay buen ambiente y sobre todo oportunidades. Y tus principios, entre otras cosas, deberían cuidar esto.

No está bien que financiemos grandes corporaciones que siguen creciendo sin fin hasta dominarnos a todos, grandes empresas que se mofan al afirmar que las pequeñas no sobreviviremos a la purga.

Claro que podemos sobrevivir. Pero necesitamos acabar con ellos.

Hay solución

Tras años hablando de esto y concienciando a nuestra comunidad sobre lo valioso que es la pluralidad en el comercio y lo fundamental que es para la sociedad disponer de un comercio saludable y diversificado. Mi conclusión es que el usuario quiere, pero no quiere poder. Es decir, dice: “sí, pero no puedo pagar más por eso o aquello otro”.

Por lo tanto quiere, pero no quiere poder, porque poder es posible, incluso en el momento tan agresivo que vivimos hoy.

Necesitamos accionar 2 palancas:

  • La primera es la del consumidor: los principios son importantes y hay que apoyar el movimiento correcto, el justo y el que garantice un progreso plural y abierto para todos.

  • La segunda es la del gobierno: Hay que cambiar las cosas, hay que marcar unos precios fijos e inamovibles en los productos para que cualquiera pueda comerciar. Claro que las grandes conseguirán mejores márgenes porque comprarán más volumen y por lo tanto, más barato. Pero si consolidamos una estructura de precios fijos, cualquiera podrá tener un negocio porque incluso el margen más pequeño, para quien compre poco, será un margen razonable. Y su capacidad de supervivencia y crecimiento orbitará en torno a las reglas de comercio más relevantes: Servicio, disponibilidad, especialización y servicio al cliente.

Si el cliente sabe que ese casco que quiere comprar cuesta si o si 105€ en todas partes y no se puede tocar el precio, elegirá donde compra por quien consiga ofrecer mejores servicios y mejor experiencia. Y cualquiera podrá salir a competir y crear un negocio.

Ahora vivimos en lo más parecido al antiguo oeste en términos de comercio. Cualquiera puede vender cualquier cosa incluso muy por debajo de coste. Y esto, es irracional e insostenible porque cuando el descuento es el valor principal solo existe un final a ese cuento, el precio 0.

Acabaremos teniendo productos gratis simplemente por tener una suscripción elevada que nos dé otras cosas. No importará que pierdan dinero con los productos que te envíen a coste 0, porque tendrán a 8mil millones de humanos pagando religiosamente 50€ al mes.

Y qué importa si pierden dinero con los productos que te mandan gratis si tienen miles de personas explotadas en el tercer mundo fabricándolos a costes irrisorios...

Lugares de fabricación donde las políticas climáticas permiten niveles de contaminación en las fábricas que te harían llorar si lo vieras, y donde por 1 dólar al día puedes tener a una persona trabajando 14 horas.

Los gobiernos centrales tienen capacidad para proporcionar 3 cosas fundamentales:

  • Tecnología para crear un entorno controlado en base a SKU’s con precios únicos y rastreables.
  • Oportunidad para que cualquiera pueda acceder al mercado dándose de alta en la plataforma y solicitando el uso comercial de dichos SKU’s. Licencia gratis para vender y automáticamente control del precio automático.
  • Control para que las reglas se cumplan y todos puedan competir en igualdad de condiciones en la regla principal de cualquier transacción: el precio.

Hace bien poco…

Una gran marca nos ha bloqueado la cuenta de compra en su B2B porque dice que no compramos lo suficiente. Os pongo en contexto:

Las marcas habitualmente tienen 2 formas de venderte:

  • Puntualmente a través de una plataforma de venta para profesionales (b2b)
    • Vas comprando lo que ves interesante, lo que te has quedado sin stock o pedidos puntuales de clientes.
    • En éste formato pagas el precio más alto posible como punto de venta, dejándote un margen ridículo que en muchos casos se sitúa por debajo del 20% bruto. Hay poco margen pero el riesgo es pequeño y puedes construir en base a la calidad y no la cantidad.

  • En base a programación:
    • Es una compra masiva, anticipada de ciertas colecciones en las que compras stock en todas las tallas y en bastante cantidad.
    • En éste formato consigues mejores precios pero el riesgo es muy elevado porque vender el material en las condiciones actuales es muy complicado.

Nosotros elegimos la primera opción. Compramos lo que queremos tener, queremos mover y sobre todo los productos en los que creemos. Y normalmente, no le vemos sentido a programar grandes compras.

Pero eso sí, respetamos el pvp, hacemos contenidos de valor sobre el producto para enseñaros por qué merece la pena lo que os recomendamos y trabajamos activamente en dinamizar la marca y sus productos - aunque el consumidor acabe comprándolo en la competencia-

Pues para ésta marca en particular, esto no es aceptable y en consecuencia nos ha cerrado la cuenta.

En el otro lado, nos encontramos que la competencia está malvendiendo los productos de ésta marca a unos precios por debajo de precio de coste y la marca mira para otro lado, no le importa, no es cosa suya.

Es increíble que aunque genere mala imagen para su marca, permitan que un producto que se vende a 300€ pvp en la web oficial, puedas encontrarlo a 120€ en tiendas sin escrúpulos.

Lo que ellos priorizan es vender en base a programaciones para que ellos puedan planificar su producción, y producir lo justo, lo que ya tengan vendido. Osea, que los puntos de venta final paguemos la producción planificada de la marca, con la promesa que después, cuando decidamos ponerlo al precio que nos dé la gana, no se entrometerán.

Es de locos.

La libertad de precios afecta a muchos momentos y capas del comercio y de un modo u otro acaba con la capacidad, la pluralidad y la diversificación. Y solo los grandes pueden subsistir y crecer.

Es un sinsentido. La competencia debe estar en el servicio, la especialización, el servicio al cliente y tu marca.

El precio es el argumento cuando no hay argumento.


12 comentarios


  • Javier Robles

    Muy de acuerdo con lo que comentas. Yo en su momento también fui asiduo de Amazon. Incluso antes de que llegase a España, compraba en UK.
    Pero con el tiempo te vas dando cuenta, que al igual que AliExpress, el único argumento es el precio.
    Por eso ahora intento comprar en otras páginas aunque alguna cosa sigue cayendo de Amazon, porque al final la comodidad y rapidez te hacen caer.
    A pesar de que no compro mucho en vuestra página, me gustaría poder comprar más. Me encanta el servicio que dais.
    ———
    Freds.cc replied:
    Nosotros llevamos ya 1 mes sin comprar en Amazon y estamos felices. Y cuando necesito algo, sigo buscando online si localmente no lo encuentro, que siempre hay alguna tienda online que lo venda. Gracias Javi


  • Javi

    Totalmente de acuerdo con el artículo, pero tb creo que en los últimos años (10 más o menos) siento que las tiendas físicas ya no son lo que eran, entiendo que haya el desencanto de creer que vas a asesorar de algo para luego “regalar” la venta al Amazon de turno, pero creo que no podemos caer en eso. En ciudades grandes no lo sé, pero en sitios pequeños aveces es difícil comprar en sitios pequeños. Poco o nada stock, falta de asesoramiento y opciones bajo pedido, etc. me encantaría ver mi ciudad cercana llena de tiendas interesantes para mi y mi familia, pero por desgracia no creo que lo vuelva a ver.
    ———
    Freds.cc replied:
    Sí, eso es un tema. No mola nada ir a una tienda y que no tengan de nada… llevan 10 años así perfectamente. Yo no valoro más lo físico que lo online ni viceversa, pero lo que tengo claro es que si no somos capaces de tener y ofrecer.. las grandes lo harán. Y el consumidor lo que quiere es el producto que necesita para su ruta el finde, al final, si se lo ponemos difícil tirará por la opción más rápida.


Dejar un comentario

Por favor ten en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la Política de privacidad de Google y los Términos del servicio.